El cemento blanco se utiliza en la preparación de mortero y concreto, así como en la construcción de muros, techos, pisos y otros elementos estructurales. También se utiliza en la decoración de interiores y exteriores, como en la preparación de estuco, revestimientos y acabados decorativos. El cemento blanco es muy resistente y duradero, capaz de soportar las inclemencias del tiempo y la exposición a los elementos. Además, su color blanco le da una apariencia elegante y sofisticada que lo hace ideal para proyectos de construcción y decoración exigentes.